El bosque de los canelos y otras leyendas

Nos llegaron rumores de que la princesa Luchima vivía en nuestra finca o por lo menos pasó por aquí dado que así se llama la quebrada. Como no encontramos ningún tipo de bibliografía en la casa de la cultura (alias "la casa de la incultura") fuimos en busca de un historiador.

Hernando Ávila Vanegas, nacido en octubre 31 de 1926, campesino ecológico, autor de poemario ("me moriré en verano") y topógrafo por casualidad, nos atendió una noche en su casa. Después de muchas maravillosas historias encontramos un libro que hablaba sobre la famosa princesa Luchima.

Y dice:

Princesa Luchima: preciosa mujer, novia del cacique Maquetá, señalada para regir los la tribu de los Gualíes.  Tenía muchos admiradores por la fama de su belleza, entre los que se encontraban los españoles. Un día la princesa se estaba bañando en las cataratas de Medina cuando llegó un pelotón de soldados dirigido por el apuesto teniente Antonio Hernandez de Viana quienes se llevaron a la princesa. Su tío Bocaneme juró vengar su secuestro y así fue como con un flechazo se dispuso a matar al teniente pero la princesa Luchima, quien al parecer estaba enamorada del español, se interpuso y murió.

THE END

DIME MUJER

¿Qué esperas de la vida?
Que se detenga el tiempo,
que se sequen los ríos
y ¿mueran las cosechas?

Que se ahoguen los peces
¿en medio del estío?
Que se caigan las hojas
¿de los últimos fresnos?

No ves que pasa el tiempo
¿y nada se detiene?
Ni los años ni el sol
¿ni la bala asesina?

Se morirán las flores
esperando el rocío,
no dará frutos tiernos
la centenaria encina.

Cambiarán de color
tus cabellos, mi barba.
Se arrugará la piel
de tu rostro y el mío.

Mañana al encontrarnos
en un huerto sin flores
con tus senos caídos,
mi figura encorvada.

Reclamará tu cuerpo
que te sacie y fecunde,
y yo avergonzado

Lloraré mi impotencia

y tú, arrepentida,
todo el tiempo perdido.

Hernando Avila Venegas (Mariquita, 1998)