Mumbai me fascinó desde el primer momento. Gigante, caótica, extrema. Una ciudad de contrastes en donde la naturaleza tropical predomina en las zonas ricas y compite con una jungla de slums y
pobreza envuelta en una nube de contaminación.
La India es el mejor país del mundo para tomar fotos. Primero porque a la gente le encanta y segundo porque un indio por principio nunca va a decir que no. Pregunta: ¿señor, le puedo tomar una foto? Respuesta: aquel movimiento de cabeza imposible de imitar para un occidental. Yo simplemente tomé la respuesta como un sí y le tomé la foto :p
Playa, sudor y calor pero ni un solo bikini al rededor. La playa en Mumbai es aquel sitio de encuentro de familias y amigos. El escape de la urbe y lugar para ir a pasear. Vimos uno que otro valiente nadando pero yo por lo menos no me atreví a meter ni un solo dedo al agua o.O
Estoy más que convencida de que el té en la India es tan bueno simplemente por aquel "extra" que debe traer el agua XD
El café Leopold hace parte de la ruta turística de la ciudad. ¿Qué tiene de especial? Carne, cerveza por litros, precios occidentales y una atmósfera encantadora. Fue uno de los lugares afectados
por los ataques terroristas en el 2008.
¿Cómo se reconoce un Indio? Porque siempre lleva una mochila grande y pesada en la espalda. Primero pensamos que era un chiste hasta que lo pudimos comprobar con nuestros propios ojos. ¿Qué tanto
llevarán adentro? No lo sé. Solo sé que Venki se ganó el cielo por cargar mis livianos artefactos de fotografía durante un buen trecho bajo el sol.
Juventud divino tesoro, te vas para no volver, decía mi abuelita.
Slum que se respete tiene antena parabólica y muy seguramente, como en todos los países del tercer mundo, un TV plasma.
Amarillo, azul y rojo :)
Salimos por la mañana de Pune en dirección a Mumbai. En la mitad del camino paramos en este mirador.